
Si usted ha sufrido recientemente un golpe en la cabeza, existe una probabilidad significativa de que haya recibido una lesión cerebral traumática leve, o TBI. Por supuesto, técnicamente hablando, también existe la posibilidad de que haya recibido una lesión más grave, pero las lesiones cerebrales moderadas y graves normalmente incapacitan a las víctimas para funcionar de formas que dejan claro que existe una lesión cerebral.
Las LCT leves son peligrosas sobre todo porque son difíciles de identificar. Esto deja a muchas víctimas luchando con síntomas que dificultan su vida y su trabajo y preguntándose por qué todo lo que hacen les resulta frustrante y difícil.
Si ha sufrido recientemente un golpe en la cabeza y sospecha que ha recibido algún tipo de lesión cerebral, puede obtener más claridad sobre la cuestión haciendo que su médico le realice un examen médico completo. Si ha sufrido un traumatismo craneoencefálico leve, su médico puede ayudarle a comunicárselo claramente a su entorno y determinar el tratamiento que necesita para recuperarse.
No dejes que una lesión cerebral leve destruya tu trabajo
Uno de los efectos más comunes de una lesión cerebral leve es que a las víctimas les resulta muy difícil o incluso imposible realizar incluso tareas o deberes sencillos. Esto puede ser tan sencillo como realizar trabajos de jardinería o de fábrica, o puede incluir trabajos de oficina comunes como utilizar hojas de cálculo para compilar datos.
Las víctimas de LCT leves a menudo se encuentran con que sus tareas diarias en el trabajo son de repente mucho más difíciles de realizar. Un trabajo que una víctima ha realizado durante meses o años puede sentirse de repente como un nuevo reto que no tiene sentido, lo que a menudo resulta desconcertante para la víctima.
Además, las víctimas de LCT leves suelen responder a situaciones frustrantes con grandes arrebatos que les sorprenden a ellos mismos y a quienes les rodean. Es fácil imaginar cómo un empresario puede despedir rápidamente a un empleado que llega un día al trabajo y tiene arrebatos agresivos por contratiempos aparentemente triviales. Por desgracia, si la víctima y quienes le rodean no comprenden que tiene una lesión cerebral grave que provoca estas reacciones, las acciones del empresario parecerán completamente justificadas.
Protéjase con atención rápida y acciones legales
Una vez que obtenga su examen médico y sepa si su golpe en la cabeza resultó o no en una LCT, puede comenzar a avanzar con una estrategia legal para proteger sus derechos y prioridades. Si la lesión no le dejó síntomas duraderos, es poco probable que merezca la pena interponer una demanda por lesiones personales, pero puede plantearse la posibilidad de plantear a la otra parte la posibilidad de sufragar los gastos de su examen.
Sin embargo, si sufrió una LCT leve, entonces puede considerar una demanda por lesiones personales. Una demanda sólida construida con excelentes recursos legales y orientación puede mantener sus derechos seguros al tiempo que garantiza que los que le rodean entiendan la gravedad de su lesión y el tiempo de recuperación que necesita.
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